Un aumento en la ventilación de los espacios de trabajo ocasiona en cualquier caso la mejora en la calidad del aire y repercute de forma positiva en la productividad de los trabajadores.
Además de los aspectos ergonómicos de los puestos de trabajo, para satisfacer los cuales podemos comprar muebles de oficina adecuados, es imprescindible considerar que el ambiente en el espacio laboral debe garantizar siempre la salud de los empleados.
¿Por qué afecta la calidad del aire a la productividad?
Los factores ambientales pueden originar molestias en los empleados que tengan como consecuencia una reducción de su productividad.
Debemos tener en cuenta que una temperatura inadecuada o niveles excesivos de humedad y dióxido de carbono, pueden causar distracciones o malestar en los trabajadores de una oficina, con la consecuente pérdida de la capacidad de concentración en las tareas realizadas.
Otros elementos que afectan a la calidad del aire, y por tanto a la productividad son los malos olores, la polución, el polvo u otros elementos contaminantes.
¿Qué factores originan la mala calidad del aire?
El principal factor que causa la mala calidad del aire es un problema estructural y de diseño de los edificios. Gran parte de los inmuebles destinados en la actualidad a oficinas se encuentran excesivamente sellados. Con este tipo de arquitectura, que bebe de la crisis energética de los años 70, se pretendía reducir el intercambio de temperatura con el exterior.
También pueden originar un deterioro en la calidad del aire, la falta de mantenimiento e inspección de los sistemas de calefacción, aire acondicionado y purificadores o filtros.
Mejorar la calidad del aire de una oficina
El punto de partida para conocer las medidas a tomar siempre debe ser la medición de las condiciones actuales con ayuda del equipo adecuado.
Una vez detectado el problema, debe diseñarse el sistema de ventilación y filtración atendiendo a una serie de parámetros, como pueden ser la superficie de la estancia, el número de puestos de trabajo que encontramos en la misma y las condiciones medioambientales exteriores.
Si podemos considerar que la climatización de nuestras oficinas ya cuenta con un buen diseño, es posible que con una puesta a punto de la misma sea suficiente. De esta forma, deberíamos someter a todos los aparatos a las operaciones de mantenimiento necesarias.
Una vez subsanados los problemas de calidad del aire, debemos establecer un calendario periódico de control de los parámetros que lo determinan, así como de mantenimiento e inspección de los equipos de climatización y depuración.
Reformas y cambios en los puestos de trabajo
Siempre que se proceda a realizar alguna reforma, o a ampliar la cantidad de puestos de trabajo en un espacio, será necesario reconsiderar el diseño del sistema de ventilación y limpieza del aire, de forma que este sea adecuado a las nuevas condiciones laborales del espacio.
Manteniendo una buena calidad del aire se contribuye de forma directa a la mejora de salud de los empleados y a un aumento de la productividad de los mismos en su puesto de trabajo.
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